La famosa sombra de la maternidad y la luna en Cáncer

Quizás sea la inspiración de la luna transitando Cáncer, en su paso por el Sol y la oposición a Plutón o las dos noches que llevo casi sin dormir, que me trajeron un montón de recuerdos de los primeros meses de mi maternidad. Y como si hubiera un fichero cósmico, empecé a recordar casos de amigas y consultas, acerca del trabajo de sombra que lleva la maternidad. 

Si te entretuve hasta acá es porque algo de todo esto también está con vos y en tu historia. Nunca me imaginé que para maternar se necesitaba tanto sistema de soporte. Por necesidad o personalidad, siempre me manejé con bastante autosuficiencia, muchísima exigencia personal y profesional. Hasta que después de haber tenido a mi hija, la desorientación era tal que seguí conversando con mi psicóloga Gaby y comencé la formación en acompañamientos de procesos de duelos y muerte, donde conocí la dulzura de mi Tutora Marga, quien vivía en Valladolid, así que esperaba las sesiones y cruzaba los dedos para que no se me desconectara Internet, porque donde vivo, hace varios años, la conexión a la nube estaba tan inestable como yo. 

Haber pasado por esa experiencia me ha puesto por destino escuchar, con la excusa de la astrología y las flores de Bach, a mamás excedidas en cargas: en elegir las mejores escuelas posibles, los mejores médicos, las mejores terapias y "coach", continuar las salidas con amigos, el gimnasio y no descuidar la pareja, la profesión, el ingreso, el dinero para pagar todo lo que consumimos. Y la vida nos confronta, ya sea a través de conflictos inesperados o desborde, agotamiento y cansancio. Al final de cuentas, nuestros hijos escuchan más veces: "estoy cansada" que "cualquier otra frase motivacional". 

Soy bastante impulsiva y catastrófica, entonces, como acto de fuerza mayor, salud mental o supervivencia, a los pocos meses de nacer mi hija, corté con todo lo exterior. Cerré la puerta de mi casa y me dediqué a maternar por instinto. Fue una decisión que trajo consecuencias económicas de las cuales aún hoy estamos tratando de remontar. Pero no me arrepiento en absoluto, porque estuve frente a frente con el mismísimo inframundo de emociones. 

Varios años después me pregunto y pregunto: ¿en qué momento se nos implantó la idea de que la maternidad se podía sostener sin sistema de soporte? Hace varios años me preguntaban si tenía red, red de contención y, en verdad, no sabía ni a lo que se referían. Lo único que se me ocurrían eran los abuelos, pero muchos de ellos, hoy día, tienen su independencia, viajes, encuentros con amigos, trabajos, hobbies que no incluyen a los hijos o nietos. Quizás no sea tu caso, pero además de la experiencia personal y las consultas, escucho un montón de estas historias. Y trato de no emitir juicio. Digo "trato" porque aún estoy haciendo mi trabajo de sombra en ese aspecto. Lo mismo puede pasar con el resto de la familia que también puede estar pasando por situaciones similares. 

Pareciera que la maternidad en sí misma no está de moda. El modelo de éxito es una mujer que puede con todo, con la maternidad como un subitem. Un subitem en olla bajo presión. 

Quizás la experiencia sirve para escribir que es casi imposible maternar sin sistema de soporte. Si naturalmente lo has tenido, sentite bendecida y afortunada, abrazá a quienes hayan dedicado su tiempo desinteresadamente, con alegría y generosidad. Y si no contaste con sistema de soporte o red, con todo el amor del mundo, te sugiero que hagas terapia, sacátelo de adentro. Hacé el trabajo plutoniano porque lo que he visto hasta ahora es una sensación de frustración tan grande, que nos trae preguntas tan profundas y existenciales, con conclusiones inabordables desde el dolor o soledad. 

Y, antes de terminar, en mi experiencia, se puede construir el sistema de soporte. Mucha gente va a llegar por destino y otra está esperando que la llames o la contrates. Todo problema tiene su descargo o posible solución, solo que nos cuesta verla solas. 

La maternidad necesita del sistema de soporte tanto como la madre misma.