Neptuno y el tiempo, viendo las etapas del duelo



 Este es un artículo que escribí para la revista de astrología Mercurio Cazimi, editada por Nestor Echarte en su escuela La Nación de Urania. 

Noté algunos puntos de unión entre el análisis de Neptuno del astrólogo evolutivo Maurice Fernandez, en su libro Neptune y el estudio sobre duelos de Elizabeth Kübler Ross. 


Ojalá lo disfruten. Gracias por el interés. 

Las fases de Neptuno y las etapas de duelo

 

 

El encuentro con el arquetipo de Piscis y, por tanto, su regente Neptuno resulta un territorio tan vasto que cualquier tipo de descripción o referencia parece una paradoja: intentamos recortar en palabras lo que se completará con nuestra conciencia y percepción. De todos modos, como fracciones de un océano cósmico lo vamos trayendo de a partes, a cuenta gotas. Entre velos que se corren, toma de conciencia, aceptación de que somos parte de algo mayor, vamos viviendo experiencias que abren un espectro de emociones que, ante la aceptación, podemos integrarlas.

Como parte de ese proceso, encontré un punto de convergencia entre las fases neptunianas y los procesos de duelo. Para ello, hallé una correlación detalladamente explicada en el libro Neptune (Fernandez, 2018) de Maurice Fernandez, astrólogo evolutivo y las etapas del duelo de Elizabeth Kübler Ross (Ross, 2016), psiquiatra y escritora que se dedicó al estudio y acompañamiento de pacientes en procesos de duelo.

El arquetipo de Piscis según la mirada de la astrología evolutiva dimensiona un proceso de transición entre la realidad de espacio y tiempo y la atemporalidad. Nos propone tender un puente, un balance entre ambas, una sincronización y aceptación de que pertenecemos a una unidad original.

Neptuno en la fase de duelos es como una marea brava que nos toma y nos revela una orilla con distintas posibilidades de transitar lo que nos acontece. Neptuno es como ver a través de lentes con las que vamos ganando nitidez en la medida de que mejora la graduación.

La primera fase de Neptuno es la inocencia, en la cual podemos transitar ausencia de cuestionamientos y vemos los acontecimientos solamente bajo la luz que ilumina lo positivo. En las etapas de duelo, la primera, es la negación, en la cual actuamos como si nada estuviese pasando. Me recreo en un mundo, en una burbuja donde intento expulsar el dolor, poniendo puntos suspensivos a todo lo que era antes, en un intento inconsciente de extenderlo. Dependerá de cada uno, dentro de las posibilidades, ser capaces de sostener ese estado de pausa mientras comienza a tejerse un caos que nos incomodará para revelar lo siguiente.

La segunda fase, pérdida de la inocencia, nos trae la confrontación con las limitaciones, propias del espacio y del tiempo que vivimos. Estamos ante la fragmentación, el caos, la victimización y el desorden, potenciales creadores de traumas que deberían estar en manos de bisturíes cósmicos. Nos encontramos ante el desafío de vivir y lo que esto conlleva. Vemos responsabilidad con la vida, con los recursos que creemos contar. En la etapa del duelo, estamos ante la ira, el enojo inconfundible que nos absorbe como un huracán en mares donde podemos estar como víctimas en vapor condensado que irá siendo absorbido hacia la pared del ojo del huracán, donde interactúan fuerzas que mueven hacia adentro y otras que expulsan, generando la tormenta.

La tercera fase de Neptuno es el fortalecimiento de la inmunidad, en la cual empezamos a percibir expansión de conciencia al ver que hay algo que debería haber sido de otro modo. Kübler Ross llama a la tercera etapa, la negociación. Aquí, los modelos de roles, es decir, intercambio de perspectivas, sirven como fuerza de inspiración. Podemos encontrar refugio en las creencias y en formas de expresión alternativas. En el empoderamiento encontramos esperanza como en las treguas de batalla.

 La cuarta fase de Neptuno describe la vocación y aquí quiero detenerme en el emplazamiento de Neptuno en la carta natal de Elizabeth Kübler Ross, ya que esta fase no encuentra su paralelo en los procesos de duelo de Kübler Ross; entonces, quiero aprovechar el tema vocacional para incluir la vocación de Kübler Ross. Con ascendente en Piscis y regente del ascendente, Neptuno, en Leo, en la casa 6 del servicio, podemos ver el “potencial para causas de importancia en el tiempo […] elevar a las personas a roles o íconos culturales. […] Estos individuos pueden convertirse en líderes en movimientos locales o nacionales  (p 197)”. (Fernandez, 2018). La casa arquetípica de Virgo nos trae la salud, el cuerpo y la mente a esta descripción. Su ascendente funde un inicio a través del cual los aprendizajes nos redimen en una exploración como nunca antes vista en el viaje de la conciencia, el cuerpo físico y demás dimensiones.  Ella hacía hincapié en la escucha atenta de los niños porque podían aceptar con más facilidad la transición de los procesos y etapas. Durante el estudio y trabajo sobre los duelos, se dedicó por completo a acompañar a sus pacientes, escribir libros y dar conferencias. Describió cuatro cuadrantes en un círculo y quisiera que cada lector vea si le parece que exista una relación entre ellos y los cuadrantes de una carta natal. El primero es el cuadrante físico: nacimiento, supervivencia, alimentación, contacto físico y comunicación. El segundo cuadrante, emocional: amar y ser amado. El tercero, el intelectual y el cuarto, el espiritual. [Ver carta natal de Kübler Ross al final del escrito] (Astro.com)

La quinta fase de Neptuno es el desafío del miedo, donde el foco se centra en cuestionar las propias limitaciones e inseguridades. Hay historias que se han ido tejiendo con el tiempo y nos han puesto ante una realidad que ha oscilado entre estar en la bruma del mar y momentos de claridad. Ante tal situación podemos sentir que hay cosas que se han ido de nuestro alcance y control, inmersos en una situación donde sentimos que no puede haber nada más que podamos perder. En las fases de duelo, Kübler Ross identifica la depresión, donde vemos las cosas como son: dolorosas, rotas y complejas. Pero a pesar de que este momento es muy incómodo, nos trae la posibilidad de establecer un punto de partida para comenzar a trabajar en nosotros mismos, en nuestros miedos. A través de la conexión con el presente, podemos empezar a trazar un posible camino y, según la circunstancia, en caso de que esto suene ambicioso, al menos podemos ver que hay una puerta que potencialmente podemos abrir. Aquí, nos encontramos cara a cara con aquello que no podemos cambiar y eso nos pone en condición de humildad, que da lugar a la sexta fase de Neptuno.

En la fase seis, humildad y ego, nos damos cuenta de que la vida continúa y que nada en ella dura para siempre. Dejamos ir lo que no podemos controlar, lo que está fuera de nuestro alcance de cambio. Enfrentamos el vacío de lo desconocido y apegos. La ilusión de la separación se disuelve y empezamos a ver otro orden de vida. Adoptamos enfoques holísticos, más amplios para la comprensión de lo que nos sucede. Comienza a transitarse la aceptación.

La séptima fase de Neptuno es la madurez espiritual y completa la etapa de aceptación. Podemos sentir que hay un “diseño inteligente que gobierna la vida en todas las formas. Hay una Verdad mayor que se revela. La vida continúa así como nuestra evolución y crecimiento. La neutralidad de la aceptación nos trae claridad. Seguimos adelante confiando en que todo va a estar bien eventualmente.

Tanto las fases de Neptuno como las etapas del duelo describen un espectro que va desde la negación hasta la aceptación. La descripción me resultó muy útil para que podamos estudiarlo y comprenderlo. Cuando sentimos que una etapa se concreta puede presentarse algún episodio que nos hace retroceder ilusoriamente y transitar momentos de la etapa anterior. Tanto en las fases de Neptuno como en los procesos de duelo, el amor, como hilo conductor, es la trama transparente que nos sostiene en el paso hacia atrás y hacia adelante de nuestro crecimiento. Encontré en estas convergencias una herramienta útil para guiarnos en una devolución e interpretación creativa y consciente de la carta natal.

 

 

Belen Landi

 

 

 

Bibliografía

Carta Natal de Kübler Ross en la página 4 de este documento: Astro.com. (s.f.). Astro.com. Recuperado el 30 de Noviembre de 2023, de https://www.astro.com/cgi/chart.cgi?wgid=wgeJwVjrEOgjAURb_G7Zq0DxC06WhMdFMTErZWKm2kaGgJ4d_Y-DFhuedMJ3d0HydJNF4qLrpa3pZZt6bf378h4Ny6oLSJFm8UyMGPdADRKc1guUGjAhiqZe7dy-JRPisUJiGkeUcJBlDG-TYMTKhad8obuUmtopHFjth1aKcVW1boOP3WIz5aqeIo-iB5efkDp9IxSw

Fernandez, M. (2018). Neptune. Estados Unidos: River of Stars.

Ross, E. K. (2016). Sobre el duelo y el dolor. Estados Unidos: Luciérnaga CAS; 1ª ed. edition.

 

Carta Natal Elizabeth Kübler Ross

 

 

 

 

 


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